jueves, 11 de junio de 2009

"El Placer de Entrenar" por Leandro Crivellari, Director de SDS

Durante gran parte de mi vida, entrené artes marciales con sufrimiento. Preocupado por no hacerlo bien, por no entender, por no lograr el dominio de una determinada técnica. Pensando que debía entrenar más, hacer más combate, hacer pesas, correr, en fin, todas las exigencias imaginables para alcanzar una imagen ideal en mi cabeza de lo que “debía” ser como Artista Marcial.
La práctica de las artes marciales y la meditación sentada, me fue ayudando a tomar otra actitud con el tiempo, más paciente, menos preocupada por lograr un objetivo. Mis dos Sifus, Claudio Di Renzo y Léo Imamura, me ayudaron mucho con eso. Mas hicieron más consciente, en definitiva, de que mi “yo” era una imagen a la que no debía dar tanta importancia.
Pero fue el psicoanálisis lo que permitió experimentar la posibilidad de entrenar con placer. Y descubrir mi placer por entrenar, y los resultados logrados por ese método paradojal, cambió mi manera de enseñar, de transmitir, y de guiar.
Se puede practicar para el Goce (el vértigo, la superintensidad, ir a full hasta romperse, hasta reventar al otro, etc) o para el Placer (disfrutar de la habilidad creciente y la agresividad, aceptando límites, cuidando de los otros y de sí mismo).
El primero acerca más a la muerte, y el segundo acerca más a la vida.
Entonces, nunca exijo más entrenamiento o repeticiones de ejercicios y movimientos.
Invito a apasionarse por el arte, por la práctica, en el tiempo de cada uno, removiendo dificultades. Dejo al alumno regular su frecuencia de clases y la intensidad del entrenamiento y el combate en las mismas. Y la práctica crece con su propia fuerza. Crece más desde el placer de entrenar que de la exigencia de hacerlo.
Les dejo algunas imágenes de nuestro placer por practicar en SDS.
Ojo, las nubes de la preocupación real e ilusoria siguen apareciendo, pero ya no se quedan.

Leandro Crivellari
info@sdswingchung.com.ar