Es frecuente entre Maestros de artes marciales ( los terapeutas y analistas también la usan )escuchar la frase " No hacemos palmoterapia".
La frase se refiere a que no se consuela a la persona con unas palmaditas en la espalda, sino que se la confronta con la verdad, con "su" verdad, y la verdad duele, impacta, conmueve. Sin embargo, en SDS hacemos una palmoterapia y puñoterapia muy distinta: usamos ejercicios de asimilación progresiva de los golpes, impactando el cuerpo con las palmas primero, y luego puños, que gradualmente van aumentando su potencia, incrementando la capacidad natural de asimilación física y emocional de los golpes.
En mi experiencia personal y también como profesor, he observado dos temores fundamentales a la hora de combatir: el temor a salir lastimado, y el temor de lastimar al otro. Estos miedos paralizan la evolución técnica en el arte, y también el crecimiento subjetivo por la vía del combate, por el camino interior como guerreros.
Creo que el problema es que a veces se quiere entrar demasiado rápido en el terreno del conflicto, antes de dominar mínimamente la capacidad de golpear y ser golpeado. Entonces se ven personas haciendo movimientos bruscos y nerviosos, deformando las técnicas y alejando cualquier posibilidad de éxito en su ejecución práctica.
Tony Blauer diseñó un ejercicio llamado "BIT" ( Body Impact Training), luego de praticarlo lo modifiqué para hacerlo menos duro en el comienzo. Empecé de modo muy lento y suave a preparar a los alumnos, haciendolos combatir en cámara lenta, calzando bien los golpes , en su justa distancia y tiempo, pero retirando el efecto del impacto, y consecuentemente, el miedo y el dolor. Primero con las manos abiertas ( palmoterapia), para ganar confianza y desarrollar la movilidad en el sparring y en la correcta absorción de los impactos con el cuerpo.Luego cerrando los puños (puñoterapia), pero todavía sin golpearse fuerte.
Una vez que se dominan esas habilidades, entonces si, se empieza a combatir con fuerza y velocidad progresiva.
Además de enseñar una aproximación progresiva al contacto y al conflicto, también utilizo el modo en el que el Sistema Wing Chung está organizado, para crear mundos de complejidad combativa creciente.
Los principiantes solo combaten con las manos ( Siu Nim Tao-Box), los intermedios empiezan a patear ( Chum kiu- Kickboxing), y los avanzados pueden hacer derribos ( Biu Je-wrestling/judo). En el nivel superior se añade el combate en el suelo (Moy Fah Jong-Jiu jitsu/Luta Livre), y finalmente se aprende a usar el palo ( Luk Dim Bun Kwan-Kali) y el cuchillo (Bat jaam doa- Kali).
No se trata de que el practicante sea un especialista en todas las distancias de combate ( es imposible, y además, yo tampoco lo soy), pero al menos se exploran los terrenos fundamentales de las artes marciales, y se observa un notable crecimiento tanto en la habilidad como en la confianza.
Estos ejercicios no sólo son eficaces para alumnos temerosos, sino también para los mas agresivos, peleadores y descontrolados. El exceso de fuerza en el sparring puede rápidamente aislar a un practicante del resto del grupo, ya que empieza a ser evitado por los demás compañeros, que tienen miedo de salir lastimados, o también, tienen ganas de "ajusticiarlo" y propinarle una paliza en la primera oportunidad que se presente. Observo que hay veces que hay problemas emocionales afectando al combate, pero también muchas veces es mera torpeza, o miedo ofensivo ( se pega fuerte por miedo y falta de confianza)
Así las palabras "palmoterapia" y"puñoterapia" adquieren un significado nuevo: ya no se trata de consolar o de calmar, sino de preparar a la persona para las durezas del combate ( y la vida) real, respetando sus tiempos personales de crecimiento.