sábado, 27 de julio de 2024

Encuentro con tu Centro

 Que le pasa a una persona cuando viene a la Escuela ?

Se le abre un mundo nuevo, llamado Centro, que siempre estuvo ahì,  del que no sabìa que disponía y podía servirse .

Inicia las clases. Vía la práctica de  Movimiento ( Wing Chung- Defensa Inteligente) Palabras ( Diálogo y Reflexión) y Silencio ( Concentración y Meditación).  Recibe  una enseñanza vivencial, donde incorpora principios antiguos de China y Japón,  que siguen tremendamente vigentes  para la vida de hoy en día en Argentina. 

Encuentra  en su cuerpo, nuevas posiciones, movimientos simples y lugares insòlitos, que le hacen sentirse mas fuerte y eficiente. Aumenta su fuerza, pero tambièn la relajaciòn. Ya no se tensa innecesariamente porque aprende que la tensión no reuelve nada.  Fluye cada vez mas, y su cuerpo se desliza en modos simples y de no oposiciòn al entorno. 

Empieza a asomar una nueva seguridad en Sí Mismo. Resolviendo los problemas que se le presentan en clase, empieza a trasladar la relajación, la economía, la eficiencia y el uso del Centro, en las cosas que realiza todos los días.

Se enoja menos , no dramatiza  tanto con las dificultades. Ya no desespera. 

Sabe que cuando las cosas lo agobien, tiene que sentarse en una silla, posición confortable, cerrar los ojos y respirar, para poder pensar con mayor claridad, con una eficiencia natural que viene de usar lo Conciente y lo Inconsciente, todo su potencial disponible, en la búsqueda de alternativas y caminos a seguir. 

La quietud y la respiraciòn, siempre estuvieron  ahì, pero ahora ademàs de mantenerle vivo, son un vehìculo para dialogar con si mismo,  y una herramienta para utilizar su  inteligencia racional de la mano de su intuición y creatividad,  en la salida del nuevo desafío.

El cuerpo acompaña a la mente. La Mente acompaña al cuerpo. y por momentos, esa dualidad se desvanece, y da lugar al Vacío de donde surge el Uno,  donde se integran y producen cosas simples pero extraordinarias.

Tu Centro te espera. Está ahí. En tus manos. Como tu Destino.

Ojalá cuando leas estas líneas, haya llegado tu momento de Encuentro con el Centro