La concepción de entrenamiento está generalmente limitada a la ejercitación de las capacidades del cuerpo ( y pocas veces se toma en cuenta la mente y su cerebro ) para realizar una actividad determinada.
Levantar pesas y aumentar el volumen corporal, realizar ejercicios aeróbicos, un deporte o juego de destreza física son ejemplos comunes de lo que la gente hace y entiende por ir a un gimnasio.
Pero cuando se sale del gimnasio, la vida sigue igual.
O tal vez no. No se sabe.
Porque no se entrenó la "capacidad" de hacer algo respecto de nuestra vida allá afuera. Se descargó energía y se entretuvo el cerebro.
El cuerpo está más fuerte e inflado, pero... se resolvió la dificultad de acercarse a las mujeres ?
La figura está mas delgada y firme, pero ... se alivió la obsesión de no estar nunca lo suficientemente bella ?
En el caso de las artes marciales, se aprendió a golpear , a recibir, a nocautear personas. A aguantar dolor y golpes... ¿Por qué continúan entonces las inseguridades y los miedos ?
Las personas dicen que van al gimnasio para " descargar "
La descarga produce a nivel cerebral y corporal, una sensación de placer, satisfacción, alivio y relajación, producto de la liberación de endorfinas...
Pero la descarga no elimina los problemas.
Sólo alivia la tensión de forma momentánea.
Los problemas se resuelven sólo a través de una ejercitación que incluye también pensar y sentir la realidad personal. Sin evasiones ni huidas musculares.
Por eso, en SDS, a los beneficios de la descarga, sumamos un alivio y equilibrio energético mas profundo y duradero: el cambio subjetivo