lunes, 9 de noviembre de 2009

La Maestría del "quilombo"

AL escribir pensé en el título: Bienvenidos los quilombos, pero la verdad : es que nunca son bienvenidos. Mas bien son indeseables los quilombos ( expresión porteña de "Problemas-conflictos", no me refiero a los prostíublos del 1900), nos atormentan, nos ponen en tensión, incomodidad. Nos ponen a prueba. A veces todos juntos, al mismo tiempo: desde una manija de una puerta que se rompe , hasta la enfermedad incurable de un ser querido, conflictos cotidianos, paros sorpresivos de subtes, cambios laborales, afectivos,una separación, un casamiento, gastos extraordinarios de dinero, decisiones imposibles de tomar...
Los quilombos nunca terminan. Sólo dan respiro por temporadas. Las ilusiones de unas vacaciones paradisíacas en una isla del caribe, o la alegría aparente de los que ganaron en "trillonarios.com", son verdaderas ficciones, porque incluso siendo millonarios y estando de vacaciones, los quilombos no desaparecerán . A veces incluso se incrementan en complejidad y tamaño.Las publicidades se encargan de hacernos ver imágenes de belleza, placer, satisfacción, verdaderas ilusiones de placidez infinita e interminable. Alejan de lo crudo del mundo real.
Ante el dolor que trae un quilombo, la única manera de que no sea pura pérdida y dolor, es enojarse, protestar, sentirse víctima, y luego con resolución de samurai, respirar 7 veces , aceptarlo, enfrentarlo, convertirlo en un maestro y aprender de él.
Ya el maestro Mejicano Don Juan Matus, Brujo maestro de Carlos Castaneda, habló de los "Pinches Tiranos": seres indeseables que no nos gustan, pero que están en el camino del guerrero para volvernos locos, y así hacernos aprender con ellos , y disminuír los problemas de nuestra importancia personal ( narcisismo).
Domar el quilombo no siempre es posible. A veces solo se puede llorar una pérdida.
Pero a veces no es pura pérdida ( muchísimas veces no lo es) Cuando se puede, dominar y resolver un quilombo, nos envuelve una sensación de triunfo y alegría. ES más real que la sonrisa de la publicidad: Se pudo con eso, se pasó el chubasco, se aprendió y se siente una nueva confianza en el dominio de los problemas del mundo real.
Invito a los tanguerreros/as lectores a aplicar su kung fu/saber hacer con sus quilombos, poner el arte y la ciencia personal a prueba, usarla para aprender del Maestro, hacer del Loss recovery ( recuperación de la pérdida), un ladrillo más en la construcción de una "Felicidad Posible" ( Definición del Dr Abadi: la capacidad de disfrutar dentro de los márgenes reales de cada uno, de lo bueno que tiene nuestra vida verdadera y posible)
La Felicidad Posible es real, y es una constante que no es empañada fácilmente por el quilombo, porque es una felicidad que aloja al conflicto sin desaparecer.
Es una felicidad con límites, pero... Ay que verdadera!
Hasta la próxima