Me dedico a una clínica
diferente a la del psicoanálisis: algo que podría llamar una “Clínica de la violencia
intersubjetiva enmarcada por el orden
simbólico: Artes Marciales”.
Digo fuerte y claro que
es otra cosa diversa de un Psicoanálisis. Pero como Allouch en “Lacan- Freud,
que relación?” me interrogo sobre los significantes comunes entre ambos:
inconsciente, pulsión, transferencia, repetición. Los 4 conceptos fundamentales del
psicoanálisis, lo son también de las
artes marciales
Las Artes marciales son una “otra clínica” porque se
ejercitan en el marco de una institución donde individuos se reúnen semanalmente a trabajar, a cultivar y domeñar sus fuerzas: se
golpean, hacen gestos de ataque y
defensa. Mueven cuerpo, combaten, luchan. Se ayudan, rivalizan. Y luego
dicen que se sienten mejor después de todo eso. El
film “El Club de la Pelea” inspiró el desarrollo de esta experiencia, una
experiencia de combate que tenga capacidad de ser productora de sentidos
nuevos: sobre todo si no está dirigida
por un líder psicótico con doble personalidad ( Brad Pitt, Edward Norton), sino
por un Profesor analizado (y advertido)
de que” se hace lo mejor que se puede” con el goce de cada uno.
En esta clínica las personas
se relacionan entre sí, hay una teoría o Saber que instaura un universo
simbólico, Ideales, y nombres del padre que son los referentes del pasado,
cuyas historias transmitidas de manera oral y escrita, construyen una mitología
que sostiene y da sentido a la práctica. En el caso de mi disciplina, “Wing
Chung” en chino significa “canto o discurso (wing) del centro ( chung)”. Ese
centro lo concibo como semejante al concepto de objeto a , motor y causa del
deseo, lo que se escapa en el encuentro entre el cuerpo y el lenguaje que
constituye nuestra teoría. Ese deseo o Chung Chi (en chino “empuje que brota
del centro” ) es por los centros del otro, justo donde coinciden los bordes orificiales
del cuerpo. Kung Fu en chino significa “Saber Hacer” y se compone de 2
ideogramas “Trabajo (Kung) y Tiempo (fu)” .
Esta práctica genera algunos vínculos muy comprometidos y duraderos
entre compañeros/as.
En las clases particulares, el alumno llega, conversa con el
profesor. La conversación estructura la experiencia corporal, que luego será
revisada por ambos.
En las clases
grupales, se propone un entrenamiento colectivo, al final de la clase, llega el
momento de combatir con equipos y protecciones que permiten proteger el cuerpo
y habilitan a que pulsión de muerte se manifieste, buscando la “máxima intensidad con el mínimo
sufrimiento posible”. Sufrir es gozar. El dolor es goce. Entonces si “se goza
lo menos posible”, quizás por eso estamos en una práctica de contacto pesado, pero
muy vital, enmarcada dentro del principio
del placer.
En esta disciplina, hay un dispositivo llamado “Brazos
adherentes”(chi sao), donde dos personas “presionan” creando puentes,
nudos, intentando lograr formas
corporales que permitan sacar ese empuje corporal ocupando el centro del otro,
sin por ello lastimarlo. Es decir que es una violencia regulada, pasa por un lenguaje y termina sublimada, sin
hacer daño.
Luego está el combate, los practicantes deben decir que
les pasó con eso. Y dicen. Y se
escuchan. El profesor a veces hace una devolución, a veces un silencio,
a veces un chiste .Y se van a casa pensando. Hay reflexión en el intervalo
entre clase y clase.
Pero más que nada pienso que es otra Clínica, porque yo soy
practicante, profesor, pero también soy psicoanalista. No tanto por haber ido a
la universidad y graduarme, sino por ser un sujeto atravesado (quizás salvado/rescatado)
por el análisis personal durante más de dos décadas , que no es garantía, pero
ayuda (“un análisis llevado hasta las últimas consecuencias produce un analista”,
nos enseña Lacan). Debo decir también,
que muchos de mis alumnos se analizan. Es decir que eso también favorece la
producción de sentidos, y una dinámica que enriquece las clases, y también sus
propios análisis.
Entonces hay una presencia
y una escucha nutrida por el
psicoanálisis, un Deseo del Analista que está instalado, y el conocimiento de la
teoría posibilita ocupar el lugar y circular
por los cuatro discursos que formalizó
Lacan (Maestro/ Amo, Analista,
Histérica, Universidad). Hay “disponibilidad”
de un Profesor que también es Analista, a ser tomado y rodeado (“aludido”)
por las pulsiones y los decires de los alumnos, estableciendo condiciones
reguladas, para la aparición y puesta en acto de diversas formas de Transferencia (simbólica,
imaginaria, y real). En artes marciales el cuerpo real del Maestro no sólo es rodeado por las
pulsiones, sino que muchas veces es golpeado, cortado, quebrado y traumatizado por
esos amores y odios de transferencia. ( “ La agresividad en psicoanálisis”. En
los Escritos de Lacan).
En general trabajo con neuróticos hombres, que sufren del peso de sus ideales, y que presentan un interés
especial por la violencia, el cuerpo, el saber, el poder, la muerte, el Padre. Las mujeres son minoría, en general vienen
con temor de ser atacadas o violadas. Las que practican seriamente y duran en el tiempo, revelan una compleja
relación con el Padre (generalmente padres que desearon que fueran varones) y aparece una
interrogación respecto de “lo que significa ser una mujer”( el misterio del
goce femenino).
Hombres y mujeres traen sus fantasmas, angustias, y se les propone un entrenamiento corporal que
sea luego puesto en palabras, que les permita una “desfijación” de su lugar de
padecimiento (miedo, inseguridad, malestar con su estado atlético, etc) y un desplazamiento a posiciones más sanas y
libres, luego de reconocer y asumir la agresividad. Se intenta invitarlos a ir
apropiándose de algo de su deseo y de su goce, haciendo conscientes fantasías violentas, al recrearlas
de modo supervisado, como si se tratara de un verdadero espacio psicodramático.
Se trata de mover y
combatir, pero también de sentir y hablar de eso surgido en esa otra
escena que constituye la Sala
Marcial ( “Kwoon”, “Dojo”; “Lugar donde se practica el Camino”). Allí
también se aprecia una dimensión virtual ligada a la clínica psicoanalítica.
Lo pulsional se ve en la repetición insistente, en un
esfuerzo continuo, que recuerda lo que dice Lacan, de que la pulsión nunca
tiene un “goal” sino más bien un “Aim”, es el rodeo , el circuito lo que
importa. Oscar Higa, famoso Karateka argentino, decía “Comenzar y llegar, pero
fundamentalmente, transitar. “The journey is the reward” ( la jornada es la
recompensa), me dijo uno de mis Maestros norteamericanos . Se mueve mucho pero nunca se llega del todo. Hay más bien una circulación que una llegada.
Pero en mi disciplina Wing Chung, hay
también un Pase de nivel final, que trata sobre el “corte” (son unos cuchilos
dobles), y simboliza el momento que se termina, muy parecido a un Fin de análisis. Es decir que aunque no
se llegue, hay posibilidad de un final y de una buena salida de eso. Y ahí se
hace el pase de de Alumno a Maestro, al igual que el de analizante a a
Analista.
Entonces en esta Clínica
pasan cosas (buenas y malas) se producen
cambios. Con el tiempo, se observa algún tipo de “cura”, lo que el
sinólogo Francois Jullien llama “transformación silenciosa” aunque sea diferente a una cura psicoanalítica,
porque se despliega principalmente en el
campo imaginario de los cuerpos en movimiento, de la tensión agresiva entre
participantes. Pero también está llena de palabras y símbolos.
Allí donde la abstinencia
freudiana contraindica “tocar y actuar”, el profesor de
arte marcial está más acompañado por
Lacan que por Freud, porque él TIENE que tocar, mover, hacer, poner el cuerpo
y entonces el concepto de Acto Analítico le permite mayor libertad
de movimiento. Como dice Lacan en la bella apertura del seminario 1 “ El
Maestro interrumpe el silencio con cualquier cosa, un sarcasmo, una patada. Así
procede en la técnica zen, el maestro
budista en la búsqueda del sentido”.
Lacan nos permite e invita a un psicoanálisis más descontracturado:
“sean Uds mismos, más relajados,
como payasos. Pero no me imiten!” (La
Tercera) . El humor también es descontracturante de una sala de energías
densas. Hay aparatos de madera que representan personas para golpear. Una Bolsa
de box apodada “el Psiquiatra”. Es decir que no sólo hay un “Pegan a un niño”. A veces hay un “pegan a un
psiquiatra” que quizás permite que no me lleve yo en mi cuerpo, todos los atentados, parricidios y plus de goces de los alumnos.
Cuando la estructura
simbólica de regulación de goces falla, y las leyes y “Códigos de comportamiento marcial” son
transgredidas, y entonces hace su
aparición lo Real en el exceso, tomando
la forma del accidente, el corte ( aquí se trabaja con palos y cuchillos), el trauma, y
el acting out (la pelea justificada o
no, fuera de la Escuela).
A pesar de todas estas vicisitudes, los practicantes, sin
embargo hablan de algún tipo de mejoría
en sus vidas después de esta clínica extraña y anómala.
En los “Pases de
Nivel” (exámenes físicos que concluyen con un testimonio oral de la experiencia
vivida por el sujeto en su tránsito por las artes marciales) se escucha” Me
siento con más seguridad”, “más tranquilidad, más relajado” y a veces llegan hasta la gratitud: ¡muchas gracias!.
Por qué sucede esto? En el decir de Jacques Allain Miller “un
encuentro con un psicoanalista versátil nunca hace mal” . Yo coincido, y creo
también que encontrarse con un profesor
de artes marciales que no sea perverso, tampoco. Porque que los hay, los hay.
Creo que al psicoanalista lego puede interesarle este campo,
porque las artes marciales son el campo del poder, de la violencia, y de un
intento de tener un saber acerca de lo real.
Un campo para ejercitar la pulsión (de muerte), tratando de
hacer “Arte y Vida” con eso.
Parafraseando a Heráclito vía Heidegger y retomado por Lacan
“ El Arco Bios es la vida, pero su obra es la muerte”. Hacer artes marciales es
apasionante: Es hacer vida con la pulsión de muerte.
“Llevar el Goce al picadero“ de modo que haya descarga y rebajamiento
del nivel de goce, con una ganancia de placer porque se acota/descarga al goce en el movimiento, pero también porque se lo hace pasar por el molino de las
palabras. La violencia en las artes
marciales se encuentra contenida por la Ley y sostenida por la presencia del
“Nombre del Padre” (en Chino, “Si Fu” significa “Maestro-Padre”). Cosas que
interesan a todo/a psicoanalista.
En relación a la ley, el padre y las figuras de autoridad: hay
3 frases del ícono del cine y gran artista marcial Bruce Lee que son muy importantes. Bruce Lee
es Freud en las artes marciales, porque fue el primero que reconoció la primacía
de la verdad del sujeto por encima de las escuelas y doctrinas. Las 3 frases de
Bruce Lee son homologables a la Etica psicoanalítica de asumir la verdad subjetiva y propia descubierta. Hacerse cargo Y luego ver que se hace con eso.
1.
“El Artista Marcial tiene que hacerse responsable
de si mismo, y de las consecuencias de sus actos”( Enter the Dragon, 1973). Es
decir que NO hay arte marcial que
produzca resultados“clínicos” si no hay un
HACERSE CARGO por parte del sujeto.
2.
“Arte Marcial significa HONESTAMENTE EXPRESARSE
A UNO MISMO SIN MENTIRSE” ( Lost Interview, 1971) Aquí aparece la importancia
de expresarse, se invita a la libertad de hacerlo sin engaños, similar a la
invitación de la “asociación libre” analítica. “Eso” que salga, lo que
sea, será verdadero).
3.
“A mis alumnos les enseño a pelear, no tanto para que salgan
y lo hagan con alguien (no se invita al Acting
Out), sino más bien para usar la expresión combativa, como una forma de expresión
de violencia, furia, determinación personal.
Entonces mis estudiantes me pagan, no
tanto para golpear a alguien, sino más bien, para que yo les enseñe, en formato
combativo, “el arte de expresarse a sí
mismos a través del cuerpo humano” (Bruce Lee. Lost Interview, 1971).
Aquí como en el psicoanálisis, el practicante va a abrir y conocer a sus demonios interiores,
y el Maestro es Freudiano en el sentido de “no salir corriendo con la aparición
de los demonios invocados”, y Lacaniano en el
de “no retroceder” ante la locura (propia y la de los demás)”. (Algunos psicóticos vienen y practican en la
escuela un tiempo, con un abordaje especial).
Por eso es importante
a posteriori ver cuál es el lugar que le da el sujeto a eso, cómo se ubica
luego de vivir esa experiencia de los golpes:
esos compuestos RSI, envasados en los cuerpos imagen que transportan una carga Real cortada por significantes simbólicos. Las
Máquinas deseantes de Deleuze, funcionando,
acoplando, flujos y cortes.
Gastándose y produciendo algo. Dejando caer un resto.
En el combate, mientras el imaginario se mueve, lo real
aparece en el shock vivido en la experiencia
del choque.El orden simbólico asegura tanto la repetición y
codificación, como también una posibilidad de que eso pueda llegar a tener
algún sentido que sea asumido por el individuo
.
Como sucede con el Psicoanalista, el Maestro de artes marciales trabaja como
Freud “con materiales explosivos”. La agresividad y la violencia (y a veces la
sangre) lo salpican, lo enchastran. Y lo
implican. Como Profesor que también es analista: “estoy advertido” y entonces acepto
lo que aparece: la condición humana. En
palabras de Kant: es “Lo que me cabe esperar”. Es el pesimismo de Freud escribiéndole a Einstein sobre la Guerra. Que nos cabe
esperar? La caída de máscaras, y luego? la aparición de “lo siniestro”: la agresión, la violencia en acto…
Hay que hacer algo
con eso. Ponerlo a trabajar de algún modo que , en parte, lo transforme.
Pero acaso no son las “perversidades” buena parte del juego
humano de transitar y vivir? Incluso en las neurosis lo son. Aquí es donde el diagnóstico diferencial debe
determinar si lapersona que viene tiene
una estructura que está contraindicada para que se le enseñe.
Lacan nos
advierte de que un psicoanálisis (o
cualquier saber que anoticie al sujeto de
verdades importantes que le pueden dar un poder/saber/ventaja en su quehacer ligado con los otros) está contraindicado
para los imbéciles y los canallas. Entonces: No ofrezco enseñanzas para aquel
que goza demasiado haciendo daño o usando a los demás para su goce. Es mi Etica, mi Límite, mi ley.
Por ser las artes marciales el campo de la guerra, de la
violencia, del poder, y del dolor, obviamente, perversos y psicópatas están muy
interesados, y vienen aquí, justamente por la misma razón que en la consulta
psicológica/psicoanalítica, perversiones y psicopatías sólo aparecen cuando las trae de la oreja un
sistema familiar, una denuncia policial, o una causa penal.
Sabemos que la Perversión, o las Psicopatías (montaje
psicopático) no tienen intenciones de
ser analizadas ni transformadas. Aquellos que gozan del sometimiento del otro,
sin cuestionamiento de su propio sometimiento a su Gran Otro, no quieren saber.
Quieren ACTUAR. Dominar. Gozar, hacer, sin pensar.
En la clínica de las artes marciales, dado que son la fuente la
guerra y del poder corporal…aparecen las
3 estructuras: Neurosis, Psicosis, Perversión. Y también los Montajes Psicopáticos.
Pero eso no significa
castigar “la perversidad neurótica”, cuando aparece. Significa simplemente y siguiendo
las enseñanzas de Freud y Lacan, llevar al sujeto a asumir su deseo, lo que
implica también asumir su violencia. Como sucede en el análisis, cierto grado de
transferencia negativa, manifestado en forma de agresividad, es fundamental
para el progreso en las artes marciales, en su doble faz de movimiento corporal
y desplazamiento del sujeto en su percepción y relación consigo mismo, los
demás y el mundo.
por Lic. Leandro Crivellari ( Publicado en la Revista Addenda Literatura y Psicoanalisis, nro 0, Diciembre 2013)
Bibiliografía
·
S. Freud. “Sobre la Dinámica de la
Transferencia” 1912, Obras completas, Amorrortu Editores, Tomo XII
·
S. Freud “ Mas Allá del principio del placer”
(1920-1922), Obras completas, Amorrortu Editores, Tomo XII
·
J. Lacan “ La Agresividad en
Psicoanalisis”, “Escritos 1” , Siglo XXI
editores
·
J Lacan “ Los Escritos Técnicos de Freud”,
Seminario 1, Paidós
·
J lacan “ Los cuatro conceptos fundamentales del
Psicoanalisis”
·
J Lacan “ El reverso del Psicoanalisis”,
Seminario 17, Paidós
·
Sergio Rodriguez
“En la Trastienda de los análisis”, Voumen 3, capítulo 9, “ El cuerpo
del analista”
·
Oscar Lamorgia, “Psicoanalisis: Escritura de la
Falta en Ser, Letra Viva Anexo III, “Los duelistas”
·
François Jullien, “Cicnco conceptos propuestos
al Psicoanalisis, El Cuenco de Plata
·
Jacques Allain Miller y otros (comp.)” Psiquiatria
y Psicoanalisis 2. “Perversos , psicópatas, antisociales, caracterópatas,
canallas”, Grama ediciones
Jean Allouch “Lacan-Freud ¿Qué relación?, Psicoa